viernes, enero 23, 2009

Béisbol, Amor y Despecho

Hoy tenía la intención de escribir sobre la metamorfosis que había sufrido la capital del Imperio, Washington, DC, durante el fin de semana de la toma de posesión de Obama, de cómo se había transformado de un pueblito en una ciudad cosmopolita o de un sitio de burócratas a un sitio de ciudadanos; pero no, no puedo. ¡Estoy despechado! Y cuando uno está despechado, solo puede hablar de su despecho.

Estoy despechado porque anoche eliminaron al equipo de mis amores: los Tiburones de La Guaira, o mejor dicho, ellos se eliminaron solitos.

Ser fanático de La Guaira es un acto de fe. Coño, tiene que serlo, porque si durante toda tu adultez -ya han pasado 23 años- no has visto al equipo llegar a una final o ni siquiera estar cerca de ella -excepto anoche- o tienes que estar loco o enamorado; que puede ser más o menos lo mismo.

Lo que pasa es que es como estar enamorado solo: tu fiel allí como un bolsa -en las buenas y en las malas-, te hacen daño sin darse cuenta -pero resistes-, no duermes en las noches y -como hoy- amaneces despechado y el equipo -o ella- ni se dan por enterados.

Pero la grandeza del béisbol, y en este caso de los Tiburones de La Guaira, es que te puedes despechar pero nunca te podrás desenamorar, aunque mal pague.

Ciro





15 comentarios:

Anónimo dijo...

LEEEOOOO, LEEEOOOO ;)

Anónimo dijo...

los caraquistas siempre tan sensibles.......y sapos!!!

Victor Hugo Colmenares dijo...

Tiburones pa encima! Tranquilo Ciro seguiremos tratando una y otra vez! Eeeeeeeeeee La Guaira!

Anónimo dijo...

Te has enamorado de la equivocada...

LEONES CAMPEONES!!! Y palo y palo y palo...

R

Anónimo dijo...

Polique ya Santi se puede poner su chaqueta LEO LEO LEO LEO LEO LEO !!!

Anónimo dijo...

ese anticaraquista si que esta celoso y frustrado!

Leones Campeones!

Anónimo dijo...

ciro, tu artículo me conmovio, por lo de la fidelidad en las buenas y en las malas...por el enamoramiento del fanático...

DeCualquierVaina dijo...

Aguasanta,

Siempre se la puede poner... !!!

Un abrazo

Anónimo dijo...

Ciro eres todos un tiburon hermoso... un tiburon blanco, grande y rabioso

Anónimo dijo...

LEEEEEEEOOOOOOOO, LEEEEEEEOOOOOOOO, LEEEOOOOOOOO

Ciro Pepe dijo...

Victor Hugo, mi pana, PA ENCIMA!!!

Fanatica de La Guaira y Escuala, ya hicieron que mi despecho sea mas leve...Gracias!

Caraquistas les deseo suerte......a los TIGRES!!!

Anónimo dijo...

Lo importante ahora es que el caracas pierda, solo hay algo mas fastidioso que un despecho mi ciro... y es..... un caraquista fanfarron y la ciudad esta llena de ellos... asi que, deseo que este mercurio retrogado haga todo lo posible para dejar por fuera al los fanfarrones del caracas!

Anónimo dijo...

Pana que alegria saber que estas vivo. Te busque ayer por debajo de cuanto puente existe en Washington. La maldicion del 7mo!

Anónimo dijo...

De Ignacio Avalos Gutierrez HOY 28/1/09:

Así las cosas, en medio de tanto desasosiego, da como pena, amigo lector, decirle que lo que en verdad quería contarle es que lamenté, como usted no se imagina, la eliminación postrera de los Tiburones de La Guaira. A ocho outs de la gloria, un dead ball, que por suerte no mató a nadie, marcó el comienzo de nuestra tragedia, la del equipo y la de quienes somos sus feligreses. Me avergüenza, así pues, comunicarle la rabia que me come el alma, pero sobre todo la tristeza, y decirle que, a pesar de todo, las ilusiones beisboleras siguen intactas, como siempre, desde hace 23 años, la última vez que el equipo estuvo en una final.
No obstante, se lo cuento, lector, porque me niego a aceptar que la enmienda me arrope la vida, que la pretensión desmedida de un gran fanático de sí mismo nos ponga a todos en el trance de discutir, 24 horas al día, si él es imprescindible para llevar adelante un proceso político que es cada vez menos el que se prometió, respecto al cual se tienen cada vez más dudas y cuyo principal soporte entre buena parte de los venezolanos pareciera ser que los de la acera política de enfrente aún tienen muy poco qué ofrecer.

Anónimo dijo...

Yo pensaba que Ciro iba a confesarnos un amor solitario, no una mariquera del beisbol...