martes, enero 13, 2015

Enratonaos a Pesar de la Ley Seca

                              

En la Venezuela en la que estuve por dos semanas en diciembre, las contradicciones entre lo real, lo mágico y lo surreal hacen que la vida de cualquier golpeado compatriota sea una mezcla entre Macondo y una película de Buñuel. 

Y para muestra un botón: el billete de más alta denominación equivale a dos quarters, una botella de ron cuesta 20% del salario mínimo, la gente con salario mínimo prefiere meterse a "empresario" -hacer las interminables colas para comprar los productos básicos que escasean y venderlos hasta 4 veces el valor de su precio "justo"-, medidas económicas que están siendo anunciadas desde la última semana de diciembre y que todavía nadie ha escuchado ni sabe de qué se tratan, una "guerra económica" que no es ni guerra ni económica, una nueva casta de ricos -salida de las entrañas del "socialismo"-, cuando vas a pagar el tanque full de gasolina -por falta de billetes de baja denominación- dejas tres veces más en propina de lo que te costó el tanque, un gobierno que no gobierna -sino que hace peripecias para mantener el poder- y una oposición que se opone por Twitter, malandraje por doquier y ley seca en Navidad y año nuevo.

Pero con ley seca y todo, el venezolano se las arregló para pasarla bien en Navidad y año nuevo -con caña, estrenos, playa, rumba y béisbol, incluidos-. Pero después de la bacanal decembrina, el ratón de enero -pal que no hay pastillas pal dolor de cabeza brutal- se presenta como una de las peores pesadillas de la historia contemporánea de nuestra querida Tierra de Gracia.

¿Ratón con ley seca? ¡Qué vaina tan rara! No creo que a Gabo o a Buñuel se les hubiera ocurrido.

Ciro