The Cure en Washington, DC
Muchas bandas musicales representan, para bien o para mal, la personalidad de su líder o frontman. Eso crea una analogía interesante en la mente del público: el líder es la banda y la banda es el líder. El viernes 9 de mayo en el Patriot Center, en Fairfax a las afueras de la capital del Imperio, en el concierto que dio inicio a la gira estadounidense The Cure 4, esta analogía se cumplió a cabalidad; Robert Smith fue The Cure y The Cure fue Robert Smith.
Los asistentes -en su mayoría treintones, aunque en mi grupo había un par de veinteañeras para bajar el promedio de edad- nos adentramos en un trip por lo mejor de la producción musical de la banda británica, en un concierto que duró tres horas, hubo TRES bis y en donde coreamos, brincamos y tripiamos 39 canciones.
Un Robert Smith, un poco pasado de peso -vaina que nos tuvo preocupados antes del concierto, porque pensábamos que podía afectar su desempeño en la tarima, pero afortunadamente no fue así-, sus 49 años puel pecho, su inconfundible voz de siempre y con su maquillaje gótico y su pelo característico, se paseó a lo largo de las tres horas de concierto por un repertorio -de sus más de 30 años haciendo música- que fue desde lo más oscuro y depresivo de la banda -Plainsong, Prayers for Rain, Strange Day-, hasta lo más dance -The Lovecats, Close to Me, Why Can’t I Be You?- . El punto de transición entre uno y otro extremo, indudablemente fue Lullaby.
Eso es lo que siempre ha hecho de The Cure una banda de culto para mí; ya que me sirve para pasar la tarde del domingo más gris, oscura y depresiva, pero también me sirve para brincar, bailar y tripear en una buena rumba con los panas.
Roberto -quien casi no dijo una palabra en toda la noche- estuvo acompañado del característico bajo de Simon Gallup, la segunda guitarra de Porl Thompson y la magnifica ejecución en la batería de Jason Cooper, músicos a los que, por cierto, Roberto no presentó en tarima. La falta de teclados fue cubierta impecablemente por las guitarras de Roberto y de Thompson en canciones como The Lovecats, The Walk, Close to Me. Entre los cuatro hicieron que The Cure sonara como la legendaria banda que siempre ha sido. De hecho, esta gira se llama The Cure 4, porque son sólo ellos 4, sin tecladista.
De las 39 canciones, sólo dos fueron nuevas, de resto, pura merma de The Cure con la que crecimos muchos de los lectores de De Cualquier Vaina.
Boys don’t Cry, Jumping Someone Else’s Train, 10:15 Saturday Night y Killing an Arab sonaron en el último de los tres bis que fue el corolario de un viernes en el que nos enamoramos, aun más que antes, de The Cure: Frances, Chrisy, Challito, Alberto, La Mala Fulana y yo.
Ciro
Los asistentes -en su mayoría treintones, aunque en mi grupo había un par de veinteañeras para bajar el promedio de edad- nos adentramos en un trip por lo mejor de la producción musical de la banda británica, en un concierto que duró tres horas, hubo TRES bis y en donde coreamos, brincamos y tripiamos 39 canciones.
Un Robert Smith, un poco pasado de peso -vaina que nos tuvo preocupados antes del concierto, porque pensábamos que podía afectar su desempeño en la tarima, pero afortunadamente no fue así-, sus 49 años puel pecho, su inconfundible voz de siempre y con su maquillaje gótico y su pelo característico, se paseó a lo largo de las tres horas de concierto por un repertorio -de sus más de 30 años haciendo música- que fue desde lo más oscuro y depresivo de la banda -Plainsong, Prayers for Rain, Strange Day-, hasta lo más dance -The Lovecats, Close to Me, Why Can’t I Be You?- . El punto de transición entre uno y otro extremo, indudablemente fue Lullaby.
Eso es lo que siempre ha hecho de The Cure una banda de culto para mí; ya que me sirve para pasar la tarde del domingo más gris, oscura y depresiva, pero también me sirve para brincar, bailar y tripear en una buena rumba con los panas.
Roberto -quien casi no dijo una palabra en toda la noche- estuvo acompañado del característico bajo de Simon Gallup, la segunda guitarra de Porl Thompson y la magnifica ejecución en la batería de Jason Cooper, músicos a los que, por cierto, Roberto no presentó en tarima. La falta de teclados fue cubierta impecablemente por las guitarras de Roberto y de Thompson en canciones como The Lovecats, The Walk, Close to Me. Entre los cuatro hicieron que The Cure sonara como la legendaria banda que siempre ha sido. De hecho, esta gira se llama The Cure 4, porque son sólo ellos 4, sin tecladista.
De las 39 canciones, sólo dos fueron nuevas, de resto, pura merma de The Cure con la que crecimos muchos de los lectores de De Cualquier Vaina.
Boys don’t Cry, Jumping Someone Else’s Train, 10:15 Saturday Night y Killing an Arab sonaron en el último de los tres bis que fue el corolario de un viernes en el que nos enamoramos, aun más que antes, de The Cure: Frances, Chrisy, Challito, Alberto, La Mala Fulana y yo.
Ciro
PD El Pollo y su IPhone me ayudaron a recopilar algunos datos para este artículo
The Cure en Blogalaxia
Robert Smith en Blogalaxia
Patriot Center en Blogalaxia
Washington, DC en Blogalaxia
10 comentarios:
Foto cortesia de la Mala Fulana
la mala fulana tiene nombre de prostibulo
Roberto y sus panas suenan mejor en vivo que es estudio
Cirox,
Los vimos aquí en Barna hace unos 2 meses y brutal... lleno completo el sitio y los tipos totalmente entregados. El set list bastante balanceado (aunque me hubiera gustado que tirara un poco más hacia su lado oscuro).
La base rítmica genial como siempre, el batería un verdugo al igual que el bajista dándose duro a punta de uña! Y Robert pues bueno... que se puede decir... si ya con su aura tiene la noche ganada...
Casualmente la otra vez que los vi fue allí en el Patriot Center de la GM (hacia el 97)y aunque el disco que presentaban no me gustaba (Wild Mood Swings) el concierto estuvo igual de genial pero más oscuro que el de ahora...
Un abrazo, vientox!
Reinaldo
Por que no hablan de la experiencia acuatica de Radiohead????
Creo que al Pollo le toca echar el cuento de Readiohead Acuatic Experience
Jeanjovi,
Espero que disfrutes de tu concierto, yo estaré fuera de vacaciones pero siendo sincero no se si podría contener las arcadas si tengo que escuchar "Bed of roses" en directo... ;)
Pero dicen, para gustos colores...
Sin embargo debo decir que la canción "Wanted, Dead or Alive" me trae muy buenos recuerdos...
Reinaldo
Buena esa Jeanjovi!
Te imagino rondando el Arts, jejeje
SUERTE!
Reinaldo
Rei, te acuerdas ese concierto? Brutal!!! Fue la misma epoca que vimos Radiohead en el 9:30 club... que dias aquellos hermano, los mismos dias de Perro Flaco en concierto :)
Si mi bro!!!
Ese de Radiohead fue de lo mejor que he visto en la vida... te acuerdas de que nos fuimos al 9:30 sin entradas, estaban agotadas y gracias a que le caimos bien al manager portorro de seguridad nos consiguió unas entradas más baratas que el precio normal?
Perroflaco ruled! ;) jejeje...
Abrazo!
Reinaldo
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