miércoles, noviembre 09, 2011

Mi Maratón de Nueva York

El domingo 6 de noviembre tuve la oportunidad, al igual que 47 mil panas, de cumplir un sueño: hacer el Maratón de Nueva York.

A las 5:30 estaba agarrando el ferry para Staten Island. A las 10:10 estaba de frente a la inmensidad del Verrazano Bridge, solo y sin mi running partner Andrew, porque nunca nos encontramos antes de entrar a mi corral.

Uno de los tips que mandan antes de la carrera decía: prepárate para los imponderables. Mi imponderable era ver Manhattan en el coño de la madre y saber que iba a correr solo las 26,2 millas, sin hablar con nadie por las próximas 4 horas: misión casi imposible. Las nauseas y el reflujo comenzaron a aparecer. New York-New York interpretada por Frank Sinatra sirvió como un antiácido vital. Arrancamos y las nauseas seguían; me paré a orinar en pleno Verrazano Brige para ver si aligeraba la carga; funcionó parcialmente. Al terminar las casi 2 millas del icónico puente; me volvió el alma al cuerpo cuando vi a Frances, Patricia, Bachi, Chiqui, Rafa y Raul. Allí empezó mi maratón.

La clave del éxito para completar un maratón es disfrutar del recorrido; y si estaba haciéndolo en mi ciudad favorita; decidí tripeármelo al máximo y olvidarme de tiempos, distancias y dolores.

El recorrido de casi 13 millas por Brooklyn es una muestra de lo que es Nueva York: un tapiz multicultural impresionante, aderezado por la música -salsa, góspel, hip-hop, rap, rock, reggae- y la energía de sus habitantes. En la milla 8 estaban Gaby, Rebe, Guille y mi querida Kate, esperándome con el tricolor patrio de 7 estrellas que me dio el shot de adrenalina que necesitaba para terminar de emparejar y mantener mi objetivo de disfrutar el recorrido.

El paso por Queens fue rápido y multicolor. El Queensboro Bridge fue la verdadera gran prueba de fuego. Era la milla 16, muchos empezaban a flaquear, los calambres empezaban a aparecer y la sensación de estar encerrado dentro de esa caja metálica no era un buen presagio. Pero al final de ese inmenso puente se oía una muchedumbre rabiosa que nos aguardaba en la primera avenida de Manhattan. Esa sensación de que Manhattan estaba en el coño de la madre, había desaparecido.

En la milla 17 recibí otro shot: Chiqui y Rafa decidieron acompañarme en gran parte de lo que quedaba de recorrido. El pánico de no hablar con nadie por 4 horas había desaparecido también.

La entrada al Bronx fue con hip-hop del bueno. Al cruzar el último puente, milla 21, hacia la quinta avenida, empecé a gritar con todo mi fuerza: last fucking bridge, last fucking bridge. Para auto recordarme que la pesadilla de cruzar 5 puentes llegaba a su fin y venía la parte más “fácil”: las últimas 4 millas entre la Quinta y el Parque.

El ver a Gaby, Rebe, Guille y Kate cerca de Guggenheim en la milla 23 fue la última inyección que necesitaba para llegar a la meta.

La pavosa canción de Journey, Don’t Stop Believin’ me esperaba al cruzar la meta y, pavosa y todo, me sonó a gloria.

Aunque este cuento se queda más que corto con la heroica historia de Maickel Melamed. ¡Mis respetos mi pana!

Ciro

15 comentarios:

Anónimo dijo...

My friend, qué fino! No sabía que ibas con tantos panas, si es que ahora como que está de moda correr; aquí corre todo el mundo!

Te felicito, ojalá yo pueda algún día correr tanto, acabo de empezar y -aunque me cuesta mucho- no puedo ni pensar en dejar de hacerlo.

Un besooooteeee!

Jeanjovi

Anónimo dijo...

felicitaciones Ciro! fotos?

Schalotte dijo...

Fotos!!! Me too, I want pictures of the hero!

Anónimo dijo...

Ese es mi negrito NOJODA!!!!!!!!!!!!!

Felicitaciones mi hermanito. Eres un duro

Respect

Anónimo dijo...

Compa bacanisimo el relato de la maraton - podia ver y escuchar todo como si hubiera estado ahi...

Anónimo dijo...

Esa meada al principio la llaman The Golden Fall.

Que buen relato. Supongo que ahora NYC es tu tercera ciudad despues de Ccs y DC, no?

26.2 en NY. Eres un durisimo!

Cuanto pesas ahora?

Y ahora que, echate palos?

Anónimo dijo...

Aqui en BARNA te seguimos!!!! termina de enviar las fotos que queremos mas!!!

Nota: este relato era el que necesitaba, como ya lo dijeron, con tu relato viví un poco de tus emociones...TE QUIERO MUCHO Y MAS, ORGULLOSA DE TI!!!

YESSY

Anónimo dijo...

Acabo de leer el post del maraton. Me emocione y todo! Felicitaciones de nuevo, bichito.

El Pollo dijo...

Ciro,

Ahora que?

Debes empezar a hacer ultra maratones. Eso de 42 km te queda corto antro.

Debió haber sido bien brutal y que bueno que te acompañaron en gran parte del recorrido. Se ve que estuvo del carajo.

Algún día tal vez haga un maratón.

A propósito, el tiempo estuvo muy bueno.

Una pregunta, measte puente abajo? Allí era donde John Travolta y sus panas decadentes de "Fiebre del Sábado por la noche" se iban a joder después de la discoteca hasta que uno se cayó por borracho llorón y se murió.

Felicitaciones antro !

Anónimo dijo...

Grande Ciro, que maestro!!! Solo un duro como vos se banca una maraton completa, yo no se si algun dia podre, pero cuento con la inspiracion de gente como vos para poder hacerlo!!
Te re felicito, te mereces los bragging rights y pone las fotos en el blog. Buenisimo el post (y despues me vas a tener que traducir algunas expresiones venezolanas ja!)Fernanda

Anónimo dijo...

Bicho: Y que le paso a Andrew? Me quede cabezon con la perdida de tu amuleto. Echa el cuento.

Anónimo dijo...

El articulo esta seco de contenido ciresco.

Entre 47.000, no viste ni un solo culito al que hacer mencion en tu narracion?

Anónimo dijo...

Cono pana, felicitaciones por ese logro! Buenisimo el cuento. Me uno a todos tus panas que estamos orgullosos de ti (come papa). Vamos a ver cuando nos tomamos algo ahora que estas de vuelta a la normalidad... mah

Mauricio

Ciro Pepe dijo...

Gracias a todos por sus comentarios, felicitaciones y apoyo!!!

Ahora a prepararse para el maraton decembrino!

Saludos

Anónimo dijo...

Me gusto tu descricion de la carrera Ciro, felicidades...